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Denuncian doble victimización de una adolescente que tuvo que declarar en presencia del hombre al que acusa de abuso

Esta nota la escribí para el diario. El caso, sin dejar de lado lo estremecedor de sus detalles, me parece un buen punto de partida para retomar el debate sobre el trato que la justicia dispensa a los y las víctimas de delitos sexuales.

Los hechos los conocí a través de Viviana Menichetti y me los confirmó, en lo sustancial aunque agregándole otra óptica, una fuente judicial.

El sistema judicial sigue tomando decisiones equivocadas con las niñas víctimas de delitos sexuales”, afirmó Viviana Menichetti, integrante de la colectiva feminista La Revuelta y del servicio de asesoramiento Socorro Violeta. Se refirió al caso de una adolescente que debió declarar en un juicio oral en presencia del hombre al que acusa de haberla violado.

Menichetti acompañó a la víctima en el proceso, y estuvo con ella el día que la citaron a declarar en la Cámara Primera. El lunes fueron los alegatos en esa causa, y el lunes 12 se conocerá la sentencia.

El caso está impregnado de dramatismo, y según el relato que hizo Menichetti, la intervención judicial lo acentuó en vez de mitigarlo.

El imputado es tío político de la víctima. La adolescente tiene ahora 17 años, y los hechos denunciados ocurrieron cuando tenía 8.

La jovencita nunca lo contó porque, como es típico en estos casos, estaba bajo el influjo amenazante del abusador. Pero sucedió que su hermana menor sufrió el mismo abuso, y entonces se animó a presentar la denuncia.

Cuando comenzó el juicio la citaron a declarar, pese a que ya había sido entrevistada con Cámara Gesell, que es el método previsto para los menores víctimas de agresiones sexuales. La explicación es que ya tiene más de 16 años, por eso la parte acusadora la ofreció como testigo.

Se tuvo que presentar a las 8:30 y recién entró a declarar a la 1 de la tarde”, relató Menichetti, quien la acompañó. “Todo ese tiempo estuvo recluida en un cubículo, en cuyas paredes están escritas groseras leyendas sexistas. ¿No había otro lugar para una niña víctima de abuso”, agregó.

La adolescente había puesto como condición para declarar que el acusado no estuviera presente en la sala. Así se lo hizo saber a los jueces la querellante por la defensoría del Niño, Silvia Acevedo. Sin embargo la Cámara rechazó el planteo. Una fuente judicial explicó que si lo hubiera obligado a retirarse contra su voluntad, el juicio sería nulo.

Para Menichetti ese criterio no es taxativo. “Hay casos y casos, los jueces tienen que comprender con qué están tratando”.

Relató que “cuando el fiscal Pablo Vignaroli, la querellante y el defensor le dijeron que iba a declarar delante de la persona a la que ella acusaba, se negó. Entonces convocaron de urgencia a dos psicólogas forenses para que determinaran si estaba en condiciones de hacerlo o no”.

La fuente consultada por este diario dijo que las psicólogas fueron convocadas “sólo para contener a la adolescente, no presentaron ningún dictamen”.

La víctima finalmente accedió a declarar, con su padre presente en la sala y el abusador sentado en una posición que no pudieran cruzar sus miradas.

Menichetti remarcó que el hecho de que no pudieran mirarse es irrelevante. “La cuestión es la presencia simbólica del abusador”, dijo.

Agregó: “a esta niña le tiraron encima toda la responsabilidad de llegar a una condena. Encima que tuvo la valentía de denunciar, recibe ese trato de la justicia. ¿Dónde está la aplicación de todas las leyes que la protegen?”.

Todavía faltaba algo más: a la salida, el certificado que le dieron para que presentara en la escuela (se ausentó para asistir al juicio) decía “que se había presentado a declarar en una causa por abuso sexual. Es decir, transcribieron toda la carátula de la causa en el certificado. Eso le dieron para que presentara en la escuela”, contó Menichetti.

Como conclusión, Menichetti afirmó que mientras los magistrados y funcionarios judiciales “no revisen la ideología desde donde miran estos crímenes sexuales, mientras los nuevos tratados de derechos humanos, convenciones y leyes sigan siendo una molestia y apliquen el doble estándar, el Poder Judicial, en particular el sistema penal, seguirá siendo la institución estratégica del sistema hétero patriarcal que reproduce de la manera más cruel, el sometimiento, opresión y desigualdad sobre mujeres, niñas, niños y adolescentes”.

En los alegatos la fiscalía pidió 12 años de prisión para el imputado, la defensoría-querellante pidió 14, y la defensa solicitó la absolución o el mínimo de la pena por abuso sexual con acceso carnal.

Imágenes de ANRed.

Actualización: Alberto Bovino leyó el post y me envió este mensaje vía Twitter:

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  1. Clemar González
    6 septiembre 2011 10:25 a las 10:25

    Sr. Berto: No me cansaré de decir que la Justicia es pedófila y, hasta tanto se renueve y renueve su mirada más humana (en evidente ausencia por donde se la busque, estos errores mayúsculos sólo serán comprendidos por la limitada observancia humanda de los juzgadores como errores del sistema no contemplados, porque queda cómodo a la judicatura lavarse las manos frente a ritos y códigos pateando siempre responsabilidades a la Legislatura que no previó algo o que, si lo previó, lo hizo con miopía; miopía que los jueces no subsanan sino que enferman más… porque es una justicia pedófila!

  2. jose
    7 septiembre 2011 9:30 a las 9:30

    una vergüenza. Jury a los jueces que vulneran los derechos de las víctimas

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